¿Cómo puede ser la mente humana la más maravillosa a la vez que la más absurda, vulnerable, cruel e irracional de las creaciones?
Si existen la justicia y el amor, si aún quedan dignidad y belleza en el ser humano, quiero creer que el mal no podrá aniquilarlas una y otra vez, una y otra vez, por siempre.
Quizás que exista un dios sea la única esperanza que le quede a nuestros sueños.
Quizás sea esa promesa...
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
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