El concierto de mi vida. Eso es decir mucho, pero es así.
Lo pasé llorando (y no, no soy una ñoña llorica, los que me conocen lo saben)
La banda, increíble. Las canciones en CD, simples bocetos de lo que son en vivo. Ben, a 5 metros de mí, grandioso, un ángel. Quizás por estar tan cerca, ser en un sitio "pequeñito" y tenerlo tan sólo elevado a la altura de un escalón, para mí fue un concierto muy íntimo, fue como tenerlo en mi propia habitación. Lo que realmente me tocó, es que jamás había visto a nadie que expresara tanta pasión y sentimiento sobre un escenario. Nadie que fuera tan honesto, tan puro, tan sincero en sus canciones. Nadie que sintiera cada una de las notas que salen de su boca. Nadie que llegara tanto al corazón con una canción.
Ben no busca el espectáculo, ni los aplausos, no abre siquiera los ojos, no busca nada de nada, solo sentir la música.
Lo miras y parece que esté ahí arriba, en otra dimensión. El siente su alma y la hace música. La siente demasiado fuerte dentro, sólo le queda jugar con su talento para transmitirla. De su interior al tuyo. Es algo espiritual. Nunca jamás había visto nada parecido. Ningún artista ni grupo que haya visto, y he visto unos cuantos, tiene la sensibilidad ni la pasión que tiene Harper por la música. En un mundo musical donde hoy en día hay más parafernalia y superficialidad que otra cosa, donde hay más intención de gustar, que de ser sincero con lo que realmente sientes, me alegra ver que he encontrado a alguien auténtico de verdad. No me extraña que comente que después de cada concierto se queda como colocado, como fuera de sí. A mí me pasó igual, me quedé como en una nube extraña, fuera de mí, llegué al hotel y me puse a llorar de nuevo, suena ridículo, pero es que no sabría explicar porque fue tan increíble...
GRACIAS BEN
