domingo, noviembre 20, 2005

Despertarse bien...

Es curioso como aveces habiendo dormido 4 o 5 horas nos levantamos muchísimo mas dspejados que cuando dormimos 8 o mas. A mi me pasa muchas veces que me despierto despejadísima en mitad de la noche, me vuelvo a dormir y cuando me despierto con el despertador estoy hecha polvo. La cosa no está en cuantas horas dormimos sino en que momento del ciclo del sueño nos despertamos. El sueño tiene 5 fases, las dos primeras de sueño ligero, la 3 y la 4 son de sueño profundo, y luego está la fase Rem, donde soñamos. Estas fases se completan en unos 90 minutos, y acabada la ultima fase rem, volvemos al principio del ciclo. Si resulta que nuestro despertador pita en medio de una fase profunda, nos levantamos atontaos, como si nos hubiera pegado una paliza y con la sensación de no haber decansao na...
Si por el contrario coincide con el final de un ciclo, nos levatamos como nuevos. Lo mejor es despertarse sin despertador, eso está claro, pero nuestro ritmo de vida no nos permite vivir sin ese maldito cacharro. Si no nos ponemos despertador y dejamos al cuerpo que decida cuando nos despertamos, nos despertaremos al final de alguno de los ciclos. Es decir, aproximadamente nos despertaremos en un múltiplo de 90... 4,5 horas, 6 horas, 7,5 horas, 9 horas... Aunque todo esto es aproximado, no todos los ciclos son de 90 minutos, porque depende de la persona, y además la fase Rem se va alargando y dura más cada ciclo que pasa.
De forma que no tenemos tampoco una forma de calcular cuando deberíamos despertarnos exactamente para estar bien... Aun así yo he pensado en hacer un experimento que leí por alguna página de internet... la cosa consiste en poner el despertador 90 minutos antes de la hora que te kieres despertar. Cuando pite lo apagas, pones el despertador para dentro de una hora y media y te duermes...de forma que el despertador pite al final del ciclo de 90 minutos y yo me levante como nueva... Funcionará?? Ke frikada no?
Esta noche lo pruebo y os cuento.

1 comentarios:

Niri dijo...

vaya... habló!